¿Cuántas veces has sentido que lo esencial se escapa en una charla de pasillo? La pregunta correcta puede convertirse en el puente que nos conecta de maneras inesperadas. Recuerdo una vez, en una reunión de equipo, que un compañero hizo una simple pregunta sobre un proyecto en curso. Esa participación, aunque breve, destapó un torrente de ideas que, de otro modo, habrían permanecido ocultas.
En mi carrera, he aprendido que formular preguntas no solo revela información valiosa, sino que también fomenta un ambiente de apertura y colaboración. Las preguntas evitan que se construyan muros de información y, en su lugar, levantan puentes. ¿Te has preguntado alguna vez cuántas oportunidades pierdes al no indagar más a fondo?
Así que, la próxima vez que te encuentres en una conversación, recuerda: detrás de cada pregunta hay una puerta abierta a nuevas posibilidades. ¿Qué preguntas podrías hacer hoy para transformar tu entorno de trabajo?